El año 2013 se despide en Venezuela con una
inflación asfixiante
Al anunciar una inflación de 56.2 por ciento al cierre de
diciembre, Venezuela se encontraba bien posicionada para obtener la dudosa
distinción de registrar este año la mayor tasa del planeta, pero economistas
advierten que los venezolanos solo vieron el inicio de la crisis económica en
el 2013 y que el alza de los precios y la escasez será aún mayor en el 2014.
“En
Venezuela lo que se espera es una caída del crecimiento, más inflación y más
escasez”, comentó desde Caracas Orlando Ochoa, profesor de economía de la Universidad Católica
Andrés Bello.
“No
hay nada que ayude a estabilizar los precios en Venezuela. Hay una crisis cambiaría y no hay un plan para estabilizar o reordenar el mercado cambiarlo, y
tampoco hay un plan para estabilizar los precios”, sentenció.
Francisco
Ibarra, director de la firma de asesores Econométrica, coincidió desde Nueva
York.
“El
2014 va a ser un año muy duro, un año donde va a haber escasez muy marcada,
especialmente durante los primeros tres meses del año”, comentó Ibarra.
El
régimen de Nicolás Maduro anunció el lunes que la inflación cerró el año en
56.2 por ciento, superando en más del doble la tasa registrada en el 2012.
Esa
lectura luce en vías de superar la tasa de Siria, país cuya guerra civil le
había llevado a padecer la inflación más alta del mundo.
En
noviembre, la nación árabe registraba una tasa anualizada cercana al 50 por
ciento.
Poco
después que el Banco Central de Venezuela anunciara el comportamiento de los
precios, con el índice mostrando un incremento de 4.8 por ciento en noviembre y
2.2 en diciembre, Maduro describió la tasa como “inusual”, producto de una
“burbuja económica”.
Los
resultados de los últimos dos meses del año representan una desaceleración en
comparación con octubre, cuando el Índice de Precios al Consumidor repuntó en
5.1 por ciento.
Esa
desaceleración en los precios al consumidor coincidió con las medidas que
comenzó aplicar Maduro en noviembre para combatir la inflación, obligando a los
empresarios a bajar los precios bajo amenaza de encarcelarlos o de permitir que
el populacho saqueara sus negocios.
Durante
su intervención, Maduro defendió esas medidas, asegurando que de no haberlo
hecho, la inflación de noviembre hubiese alcanzado los diez puntos
porcentuales.
“[Eso]
era lo esperaban lo que calculaban el caos económico”, dijo Maduro insistiendo
en que la inflación es el producto de la “guerra económica” contra su gobierno
emprendido por sectores desestabilizadores de la oposición.
Los
economistas, sin embargo, creen que si bien las políticas antiinflacionarias
pudieron haber frenado ligeramente el alza de los precios en los últimas
semanas del año, su verdadero efecto, el que ha de impactar la vida de los
venezolanos en los meses venideros, es la agudización de la escasez.
“El
sector comercial y productivo, gran parte de ellos, van a comenzar a trabajar
muy lentamente en el 2014 porque hay un gran temor sobre las intervenciones y
fiscalizaciones forzadas del gobierno”, comentó Ochoa.
Ese
temor va a llevar a muchos empresarios a no reponer los inventarios que
quedaron vacíos luego que Maduro ordenara su política de intervención
comercial.
Según
Ochoa, el gobierno hasta el momento no ha tomado ninguna medida para combatir
las causas de la inflación en Venezuela: el financiamiento de un gigantesco
déficit fiscal a través de la impresión de dinero inorgánico.
“Por
el contrario, el gobierno ha jerarquizado financiar el déficit del gobierno con
inyecciones monetarias. No están actuando para frenar esto”, sostuvo.
Eso
no quiere decir que intenten adoptar algunas medidas el próximo año para tratar
de “suavizar” el desequilibrio económico.
Entre
las medidas que el régimen ha dejado entrever que podría comenzar a aplicar a
partir del próximo año se encuentra un incremento en los precios de la
gasolina, una devaluación y la introducción de nuevos impuestos.
Pero
esas medidas lucen insuficientes para combatir un déficit del sector público
consolidado estimado en cerca de 15 por ciento del PIB, con un chavismo que ni
siquiera se muestra dispuesta a discutir las medidas que podría ayudar
efectivamente a estabilizar la economía del país: la suspensión de los
gigantescos subsidios petroleros que la Revolución Bolivariana
brinda a Cuba y sus aliados.
Fuente: El Nuevo Herald Venezuela